Primer tramo de la cofradía, conformado por el Fiscal de Cruz de Guía, con canastilla negra y que precede a Cruz de Guia, la cual va acompañada por dos faroles. Tras esta insignia se dispone dos filas de nazarenos (hermanos de luz), que son acompañados por un Diputado de tramo.
Segundo tramo de la cofradía, compuesto por la insignia del Senatus Populusque Romanus, acompañado por cuatro varas y que precede a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo.
Tercer tramo de la cofradía, se compone del Banderín del Grupo Joven escoltado por cuatro varas, y que precede a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo.
Cuarto tramo de la cofradía, se conforma con el Guión Fundacional, escoltado por cuatro varas, y que precede a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo.
Último tramo del cortejo del paso de Cristo, este quinto tramo se inicia con la Bandera de Cristo, negra con cruz morada, acompañada por cuatro varas, y que da paso a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo. Tras ellos se disponen dos nazarenos con bocinas.
Representación de la Junta de Gobierno de la Hermandad, está presidida por el Teniente de Hermano Mayor, al cual acompañan cuatro miembros de dicha junta, dos a cada lado. Todos portan varas.
Conformado por un pertiguero, cuatro ciriales, una naveta, dos turiferarios y monaguillos.
Paso de Misterio de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna
Sección de la cofradía compuesto por el Fiscal del Paso de Cristo, con palermo con escudo de la Hermandad y Cofradía de color oro. En cada esquina del paso se sitúan los Manigueteros, a manera de escolta, conformado por cuatro hermanos sin capa ni capirote.
Segundo Tramo de la Virgen, compuesto por el Sine Labe Concepta, "Sin pecado concebida", escoltado por cuatro varas y que precede a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo.
Tercer tramo, compuesto por la bandera blanca con cruz celeste, junto a cuatro varas y que precede a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo.
Cuarto tramo, compuesto por la bandera conmemorativa de la coronación canónica de María Santísima de la Victoria en octubre de 2018, junto a cuatro varas y que precede a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo.
Quinto tramo, compuesto por el Libro de Reglas, siendo portado por un nazareno con pértiga en la otra mano, escoltado por cuatro varas y que precede a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo.
Último tramo del cortejo del palio, este sexto tramo se inicia con el Estandarte de la Hermandad y Cofradía, escoltado por cuatro varas, y que da paso a dos filas de nazarenos, que son acompañados por un Diputado de tramo. Tras ellos se disponen dos nazarenos con bocinas.
Como última insignia en la cofradía se sitúa el Pendón Morado de Castilla, el cual procesiona escoltado por dos servidores contrajes de "librea" negros o morados.
Representación de la Junta de Gobierno de la Hermandad, está presidida por el Hermano Mayor con vara dorada, al cual acompañan cuatro miembros de dicha junta, dos a cada lado, también con varas.
Conformado por un pertiguero, seis ciriales, una naveta, dos turiferarios y monaguillos. La Cruz Alzada se situa entre la primera pareja de ciriales.
Paso de Palio de María Santísima de la Victoria
Sección de la cofradía compuesto por el Fiscal del Paso de Virgen, con palermo con escudo de la Hermandad y Cofradía de color oro. En cada esquina del paso se sitúan los Manigueteros, a manera de escolta, conformado por cuatro hermanos sin capa ni capirote.
Tras el paso se sitúa un cuerpo litúrgico, y un último nazareno, con palermo con escudo de la Hermandad y Cofradía de color plata.
Finalmente, el acompañamiento musical del Palio.
Patrimonio Musical
DEL DOLOR A LA VICTORIA
Francisco Pastor Bueno - 2016
Estrenada por la Banda de Música María Santísima de la Victoria en un concierto celebrado en la Parroquia de San Andrés de Sevilla, el 5 de Febrero de 2016. Marcha escrita con motivo del XX Aniversario Fundacional de la Banda de Música.
MADRE CIGARRERA
Cristobal López Gándara - 2015
Fue estrenada el 25 de enero de 215 por la Banda de Música María Santísima de la Victoria, en el concierto clausura de la Exposición con motivo del 450 Aniversario Fundacional celebrada en el Círculo Mercantil de Sevilla.
LA VICTORIA DE LA FE
Francisco Javier González Rios - 2013
Estrenada dentro de los actos del 450 Aniversario Fundacional que celebra la Hermandad, toma como título el lema escogido para la celebración de dicha conmemoración.
VICTORIA DE SEVILLA
Rafael Ruiz Muñoz - 2013
Esta marcha fue estrenada en la procesión del Sábado 5 de octubre de 2013, con motivo del 450 Aniversario fundacional de la Hermandad, tras haber celebrado Solemne Misa Estacional en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.
REINA DE LAS CIGARRERAS
Juan Carlos Sempere Bomboí - 2011
Marcha solemne procesional dedicada a la Hermandad Sevillana de las Cigarreras, a la que pertenece el compositor. Fue grabada en el disco “Victoria” por la Banda de Música María Stma. de la Victoria, en el XV aniversario de la misma, y bajo la dirección de D. José Manuel Toscano. Fue estrenada oficialmente por la misma banda en la Basílica de la Macarena el 17 de febrero de 2012.
VIRGEN VICTORIOSA
Victor Arturo López López - 2011
SEÑORA DE LA VICTORIA
Francisco Javier González Rios - 2007
Aunque escrita originalmente para banda de música, la marcha fue adaptada para banda de cornetas y tambores en 2010 por su propio autor.
JESÚS ATADO A LA COLUMNA
David Gómez Ramírez - 1999
VICTORIA
David Hurtado Torres - 1996
NUESTRA SEÑORA DE LA VICTORIA
Rafael Bermúdez / D. Gómez Ramírez - 1996
Salve - Himno en forma de Marcha Procesional para Banda de Música y Coro a 4 voces. Adaptación de la Salve original de Rafael Bermúdez Medina (música) y José Manuel Muñoz Suárez (letra).
La letra de la mencionada salve dice así: "Dios te salve María, Virgen de la Victoria, Madre de las Cigarreras y de los Remedios gloria (bis). Eres tú nuestra esperanza fuente de misericordia y la Estrella que nos guía en este valle de sombras a cuantos te proclamamos Patrocinio y mediadora, salud para los enfermos y consuelo del que llora. Dios te salve María, Virgen de la Victoria, Madre de las Cigarreras y de los Remedios gloria (bis). Llevanos junto a tu Hijo cuando llegue nuestra hora porque eres madre clemente, porque eres Virgen piadosa. Ruega al Señor por nosotros, oh Virgen de la Victoria, madre de las Cigarreras y de los Remedios gloria. Dios te salve María, Virgen de la Victoria, Madre de las Cigarreras y de los Remedios gloria (bis)."
VICTORIA CIGARRERA
José Velázquez Sánchez - 1992
VIRGEN DE LA VICTORIA
Francisco Barril Cortés - 1982
VICTORIA DOLOROSA
José Font de Anta - 1924
Es la única marcha procesional que compuso, aunque ello no le resta ningún mérito, sino más bien al contrario, pues la categoría de la marcha es abrumadora. La firmó en 1924 con el título Resignación, sin dedicatoria expresa. Muchos años después, en 1988, el propio autor accedió a dedicarla a la Virgen de la Victoria, a petición de Encarnita Perales.
Su estreno con la nueva denominación y dedicatoria tuvo lugar el 10 de diciembre de 1988 - poco antes de fallecer el propio autor - en un concierto celebrado en la propia capilla de la Fábrica de Tabacos.
LA VICTORIA DE MARIA
Manuel López Farfán - 1921
Fue estrenada en la mañana del Domingo de Ramos de ese año, en el patio del cuartel del Regimiento de Soria durante la misa matutina de la tropa.
LA VICTORIA
José Bermudo y Vilches - 1898
Homilia de la Función de Aniversario de la Coronación 2022
HOMILIA DE NHD. CARMELO SANTANA SANTANA
TRANSCRIPCIÓN DE LA HOMILIA
“Estaba guapísima luciendo cual reina”, es del libro del Profeta Ezequiel.
Señor hermano mayor, Junta de Gobierno y hermanos de la Real e ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Victoria coronada, Coral de la hermandad de Jesús Despojado, Amadísimos todos en los dulcísimos corazones de Jesús, María y José.
Parece mentira; pero han pasado ya cuatro años, cuatro años de aquel día jubiloso en el que contemplamos a nuestra bendita soberana, madre y titular, elevada en lo más alto en aquel marco incomparable en el que, teniendo toda la obra Argentea de Juan Laureano de Pina. Sin embargo, toda la Iglesia de Sevilla contemplaba a la que es su Victoria.
Y aunque antes de comenzar a ensalzar a nuestra bendita madre con ese género propio de la oratoria sagrada, que es el panegírico, permitidme también hacer míos los sentimientos que el señor Jesús en el primer Jueves Santo de la Historia dijo al entrar en el cenáculo:
“Ardientemente he deseado comer con vosotros esta Pascua”.
Y es que un servidor a punto de cumplir ya casi 25 años de sacerdocio y 30 de hermano de esta hermandad aún no le había sido posible presidir aquí la celebración eucarística y ciertamente siempre con el deseo, porque sabiendo que tenía a mi lado la Virgen de la Victoria y contemplando esas manos que tantas veces he besado, vería la mejor forma de elevar la patena al cuerpo que se convertirá en la eucaristía, aquel que, como hizo nuestra señora en su presentación en el templo, le ofrece de una manera que nunca jamás en el templo de Jerusalén se dio ofrenda igual y contemplar también a nuestra madre, la Virgen de la Victoria, con ese corazón que el Evangelista San Lucas, por dos veces señala y detalla que todo lo guarda es el Araceli, el ara sagrada donde se consuma el mejor sacrificio.
Y por eso como sacerdote y hermano de esta hermandad, celebrar la misa, el Santo Sacrificio junto a la Virgen de la Victoria me ayuda a considerar más la indigna misión que llevó, pero por la misericordia de Dios sigo realizando, sabiendo que ella está a mi lado, como estuvo al pie de la Cruz y como estuvo también y sigue estando al pie de las infinitas cruces de todos aquellos que son, que somos sus hijos.
Y dice una oración que todos sabemos, todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, y la Virgen de la Victoria, nuestra madre pasa por ser el canon de belleza ideal que jamás ha sido superado en la iconografía y en las Artes de esta tierra bendita que se llama de María Santísima. Y si todo un Dios se recrea, también nosotros. Hoy, cuatro años después, y pudiéndolo hacer ya con la mayor naturalidad y libertad, vamos a recrearnos, vamos a gozarnos en la Virgen de nuestros amores, en aquella que hace cuatro años, solemnemente, fue coronada y que hoy también, con la ofrenda de amor de nuestro corazón, vamos a volver a coronar, aunque ella podrá decir con toda razón
Que mi mejor corona sois todos vosotros, hijos míos.
Sí, hace cuatro años, aquel sábado, aquel sabat, día que la Iglesia dedica a la Virgen porque es el día del descanso de Dios y Dios descansó también al crear el alma Purísima de María, y en el mes de octubre, un mes Mariano, por ser el mes del Rosario en el que también nosotros realizando y desarrollando ese ejercicio que tanto le agrada a ella, hacemos realidad lo que ella dice en el Magníficat, me felicitarán todas las generaciones y concretamente, el día 13, en el que hace ya 105 años y por última vez, la Virgen aparece en Fátima cuando dijo, al fin mi corazón inmaculado triunfará. Es decir, la Virgen misma enseña a la humanidad, que es nuestra victoria. Y si decimos con el salmo 97, los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios, el 13 de octubre de 2018 Sevilla entera contempló el triunfo de María Santísima en esta imagen señera en esta imagen de nuestros amores y en esta imagen que es la columna que sostiene a esta hermandad, porque desde que ella existe desde que está entre nosotros han pasado muchos avatares. Muchas circunstancias han cambiado las formas externas, pero ella, afortunadamente, sigue siendo la misma y sigue siendo aquella que cuando cantemos la salve.
“Vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos”
Nos vamos a ver reflejados en los mismos ojos que tantas generaciones han contemplado y han rezado tanto que aquellas humildes cigarreras, cuando supieron que el Rey de España se casaban con una princesa que se llamaba victoria, dijeron en forma de saeta “la Virgen de la Victoria está de contento llena porque han puesto su nombre a nuestra futura reina”
Qué mejor manera para la gente sencilla de entender que no había nombre mejor para una reina que el de Victoria.
Y cómo vamos a ver y desarrollar con el auxilio divino y la ayuda del Espíritu Santo, en este día, Victoria este título advocación que hoy nos congrega, que hoy nos hace una vez más exultar de Gozo, es el compendio de la rica letanía Mariana sevillana, que incluso en nomenclatura de calles y cercanas a nosotros van proclamando, quise llamarla bienaventurada por siempre, pero victoria sintetiza los cuatro grandes dogmas o verdades de fe que la Iglesia proclama de María. Si hermanos María en su concepción Inmaculada vence el poder del pecado y de la muerte, tanto que un religioso capuchino dirá en tu pura concepción
“La gracia y la culpa se ponen en carrera. Fue la gracia más ligera, llegó primera y entró, dejando a la culpa fuera”.
Primer triunfo de María en su concepción Inmaculada.
Por eso ya la podemos llamar madre y señora de la victoria, pero aquí también que, en ese dogma, que es como el compendio de todos los demás, pero ciertamente es la razón por la cual la Virgen es agraciada y es el de la maternidad divina. Se cumple ese hecho prodigioso que una Virgen pueda ser madre y que la madre pueda permanecer Virgen y como enseñaba a nuestros misioneros en América cantando para que lo aprendieran, aquellos que se instruían en la religión cristiana, tira una piedra al agua, verás cómo se abre y se cierra, así parió la Virgen sin dejar de ser doncella. Es también el dogma de la virginidad, pero en el último dogma proclamado, el que el 1 de noviembre de 1950 hizo público el papa Pío 12, el de la Asunción gloriosa de nuestra señora y teniendo en cuenta que nuestra Virgen de Mariano más grande que hay en toda la tierra, dedicado con el nombre de la sede a la Asunción de nuestra señora y por tanto, a su coronación.
No fueron los 12 varales que simbolizan a los 12 apóstoles y que recuerdan a los 12 Patriarcas de Israel, sino que fueron las columnas de este templo las que contemplaron asombradas, como también nosotros, con la emoción de nuestros corazones y con nuestras lágrimas quizás en los ojos como María era coronada y no era ese techo regio que la cubre cada Jueves Santo, sino eran los nervios y arbotaduras del mayor templo, decimos consagrando a María Santísima en la Tierra en el cual reposan San Fernando, que fue el que hizo que Andalucía se llamase tierra de María Santísima porque dondequiera que iba y avanzada colocaba nuestra señora en lo más alto y dedicaba las mejores iglesias, así como aquel que compuso las cantigas, Alfonso X, el sabio que seguramente se estremeció con aquel aplauso que todos nosotros hicimos posible al ver que las sienes de nuestra madre de la victoria eran coronadas solemnemente.
¿Así pues, cómo nos vamos a gozarnos, cómo nos vamos a alegrarnos en este día? Como no vamos a hacer posible que lo que la liturgia posibilita y es prescindir del tiempo y del espacio, y celebrar al unísono un mismo hecho, hoy volvamos a renovarlo, volvamos a hacerlo realidad y volvamos también porque nuestro corazón no entiende de medidas, no entiende tampoco de distancias, volver a recrearnos y volver a decir, he vivido la ilusión, he vivido el gozo de ver la victoria de María coronada en Sevilla.
Pero aquí que en este día estamos usando la liturgia propia de la orden de los mínimos que tiene por Patrona en España a la Virgen de la Victoria y estamos en el año 2022, 5 siglos después de esa gesta de la vuelta al mundo en la que, como sabemos, Juan Sebastián Elcano llegó aquí muy cerca de donde nosotros estamos y en silencio, acudió aquel convento donde estaba la imagen de la Virgen de la Victoria que hoy oculta y silenciosa en la parroquial de Triana de señora Santa Ana, sin embargo, posibilita que 5 siglos después el título de Victoria se siga manteniendo en esta imagen que como decimos, es el orgullo de nuestra hermandad y es también aquella que llevamos en el alma en la retina y en el corazón y todo nos parece poco para honrar a tan celestial señora y ¿por qué el nombre de victoria?, ¿porque aquellos hermanos antepasados, nuestros que primeramente en aquel monasterio extramuros de los trinitarios se habían constituido en corporación penitencial para honrar a Cristo en su columna y azotes, escogieron el nombre de Victoria? y es que estaban reunidos, estaban recogidos, estaban refugiados como queramos llamar en aquel convento de los padres mínimos, los mismos que en el año 1487, mandados por su fundador San Francisco de Paula a las afueras de Málaga, le dijeron al rey católico que fijará en su empeño de conquistar aquella ciudad y devolverla a abrir al culto Cristiano.
Y si el rey Fernando había visto en sueños a una señora que con una Palma en la mano le decía, espera que la victoria será tuya y espera unos frailes que te lo confirmaran. Así llegaron a aquellos hijos de San Francisco de Paula y desde entonces fue llamada Santa María de la Victoria.
Y en toda Andalucía donde quiera que se alzó un convento, una casa de los mínimos, se llamó así, de nuestra señora de la Victoria, es por ello por lo que nuestros antepasados en esta Real e Ilustre Cofradía, quisieron tomar el nombre de Victoria que vuelvo a insistir, es el compendio de todos los dogmas, de todo aquello que el sentir del pueblo de Dios expresado en la voz de los teólogos y de los sumos pontífices, ha podido decir de la Madre de Dios. Y por ello, el título de la historia que nosotros celebramos, que nosotros cantamos, que nosotros proclamamos, es, por así decirlo, el compendio de toda la doctrina Mariana de la Iglesia y de toda aquella particular que Sevilla sabe perfectamente conservar y mantener al mismo tiempo que alentar y promover, por ello tenemos que estar gozosos, queridos hermanos, y recordemos cuando ella estaba elevada allí y cuando las manos, benditas del que es hermano nuestro en la cofradía, monseñor Asenjo coronó a nuestra señora, se hizo realidad lo que dice también la liturgia, tomándolo del cantar de los Cantares. ¿Quién es esta que surge bella como la Aurora, resplandeciente como el sol, refulgente como la Luna? y Sevilla supo contestar. Es la Virgen de Las Cigarreras la que, cuando comenzó ese recorrido, recordando al mismo tiempo que ella es la Virgen peregrina de Sevilla que, por mor de circunstancias y de muchas dificultades, ha ido pasando, bien, sea del centro, a la parroquia de San Miguel, desde la calle actual de Jesús del Gran Poder, antaño de Las Palmas, como lo fue a Santiago, como fue a San Pedro, Los terceros, a la fábrica de tabacos y por fin, cuando Sevilla se extendió en esta Vega del Guadalquivir, vino aquí a los remedios, así también Nuestra Señora, en esa procesión que tuvimos la suerte de ver, de participar, de estar en ella, volvió a recorrer esta Sevilla de sus amores.
Y al igual que el día 12 de octubre, el día anterior, como ayer recordamos a la liturgia, la Virgen es la columna ardiente que guía al pueblo de Dios, en este caso y en ese 13 de octubre, la columna ardiente era el paso regio de nuestra señora, que con toda la Candelaria encendida, emulaba la Zarza ardiente, que Moisés veía sin consumirse, porque el corazón de nuestra señora, a imitación y por voluntad de Cristo, no deja nunca de latir, no deja nunca de quemar, no deja nunca de envolver, no deja nunca de dar calor, ese es el corazón de nuestra Virgen de la victoria y por eso el paso regio que la envuelve, que alguno ha dicho que tendría que ser declarado monumento nacional, pero baste con decir que ha sido el mejor marco para que un Rey de España tuviese un retrato, una fotografía, teniéndola a ella detrás, teniéndola a ella presidiendo, así también recorrió estas calles y primero se dirige al que antaño fue casa grande, el convento de San Francisco, hoy actual sede de las casas consistoriales, donde cada año el día 8 de diciembre y haciendo uso del privilegio que le da el ser una ciudad Mariana, eleva esa bandera celeste en el mismo lugar donde cayeron esos pétalos que, envolviendo a nuestra señora, decidieron un homenaje de amor, porque si la Virgen de la victoria, a diferencia de otras, advocaciones también tan queridas al pueblo sevillano, aunque quizás no sea o no tenga esa fama, no la rodee quizás tanto gentío y sea como manera de lo que escuchamos en el Evangelio, la perla escondida que quien la encuentra hace todo lo posible por hacer ese cuello con ella y así también nosotros somos hermanos de la hermandad porque seguramente quien la haya descubierto, ha querido decir este tesoro que sea para mí este tener el reflejo de la Madre de Dios y por ello, hoy que con la liturgia propia de la orden de los mínimos, estamos celebrando a nuestra madre bendita de la victoria, recordad también que si a principios del siglo XIX, Juan de Astorga restauró a la Virgen y le dio esa inclinación en la que parece recordar ese hágase en mí según tu palabra o el momento en el que el calvario escuche a su hijo, que la persona de Juan presenta a toda la humanidad para que ella los acoja a sí. Recordad también que un miembro insigne de la orden de los mínimos, en este caso una religiosa de Archidona, la hermana de carne de Juan de Astorga, la sierva de Dios madre Socorro, la que tenía unos coloquios con nuestra señora y una vida mística imponente que causa admiración a todos aquellos que la hemos conocido y llamaba nuestra señora de la dulce madre y refiere que en una ocasión la Virgen girando la cabeza se volvió hacia ella y con toda razón, a su hermano le diría que cuando representarse a la Virgen la pusiese así, con este gesto que no solo denota la humildad de nuestra señora, que canta en el magníficat, sino también la aceptación del plan de Dios y la acogida amorosa, porque ella siempre está mirando a sus hijos.
Así que esa impronta que tiene nuestra señora, en la que podemos atisbar incluso este ejemplo de Santidad y esta cercanía de la orden mínima que nos regala la advocación de victoria.
Hace que también nosotros la podamos contemplar y de hecho si hoy recordamos ese momento sublime de la coronación y su pasear por las calles de Sevilla y cuando dejó la casa grande se acercó al antiguo compás de la Laguna y a la plaza del Molviedro, donde, aunque allí se representa lo que San Pablo dirá en la Carta a los Filipenses, el expolio o el despojo de Cristo, sin embargo, contemplamos también y nos unimos en los Dolores de nuestra madre que siempre otorga misericordia, que siempre es la madre dulce y buena, y siempre es la madre atenta a las necesidades de sus hijos.
Y seguimos en procesión con ella porque es nuestro estandarte, es nuestra señal de identidad.
Y cuando llegamos al Arenal, allí aquella capilla de 2 de mayo, donde antaño era tan Recoleta y tan pequeña que dijo, un pregonero de la Semana Santa que sus dimensiones o perímetro serían las que pueden acoger un manto procesional de un paso de palio sevillano.
Y allí, en el rumor del Rosario que la Virgen ofrece presentando a su hijo, allí donde también veneramos el mayor dolor de nuestra señora, pero escuchamos la voz de la Virgen Guadalupe, río luminoso que, comenzando por Extremadura, sin embargo, es en América, en lo alto del Tepeyac, donde hizo oír su voz y decirle a San Juan Diego: “No te preocupes, no tengas miedo hijo mío, soy yo, tu madre, que estoy contigo” y así paseamos a nuestra Virgen de la victoria y tenía que venir a los remedios, tenía que volver a este lugar donde se alza su trono y volvió a pasar por el puente y seguramente el agua del río que es Mariano, porque en torno a él y en su decurso muchas imágenes de la Virgen pasan, pero sin embargo se detendrá cada Jueves Santo para en esa hora en que al celebrarse los oficios y la Santa Iglesia Catedral, en ese repique de campanas, que por ser Jueves Santo tiene lugar, se podría decir aquello de:
Campanas de la Giralda
que tocando vais a gloria
cuando pasa por el puente
la Virgen de la Victoria
Y en esa noche del 13 de octubre si no se reflejaba la luna de plata de Nissan propia de la Semana Santa y de la época Pascual, sin embargo, ese candor de luz que es nuestro paso de Palio, dónde va la luz más bella, que es la que ofrece nuestra señora, volvió una vez más a reflejarse para que el río Guadalquivir llevase a su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda y aquellos mares y océanos que van a besar América y aquellos países que también fueron instruidos por nuestros misioneros, para que todos a una podamos cantar las glorias de María Santísima y por ello, hoy y perdón, que quizás me esté alargando, pero ya voy a concluir tened en cuenta de que nuestra señora es aquella que todo se lo merece y hoy recordamos su coronación, y permitidme ya en este último momento, hacer, porque antes os he propuesto que aprovechemos esta ocasión para volver a coronar a nuestra señora.
Y voy a contar una anécdota porque un servidor que tantas veces he tenido que ir incluso por paises y por muchos lugares hablando de la Virgen o dirigiendo ejercicios espirituales y aprende uno de tantas gentes, y me contaron que allá por la Edad Media y en la orden franciscana se encontró el caso de un joven que tenía por costumbre dejar cada tarde su casa e ir a una ermita cercana en el lugar donde vivía y trenzar con flores una corona y ponérsela sobre las sienes de la Virgen, una y otra vez lo hacía, fuera verano, fuera invierno, la época que fuera, y sintió la vocación y entró en la orden franciscana. Y como allí no le podía hacer cada día ese homenaje de amor a nuestra señora sintió una duda y sintió, incluso hasta pena y pensó dejar la orden y fue cuando nuestra señora se le apareció y le dijo, si quieres coronarme cada día te voy a decir aquello que fueron las 7 principales alegrías de mi vida, con las cuales me puedes coronar y son estas 7 a las que a cada una vamos a aplicar una flor para ir trenzando una presea y así volver a coronar hoy a nuestra Virgen de la victoria.
Primera alegría: el anuncio del Ángel Nazaret, que podemos simbolizar con una Azucena
Segunda alegría: la visita de nuestra señora Santa Isabel y aquel valle en donde tiene lugar ese encuentro entre las dos mujeres.
Cuando llega febrero y un servidor ha tenido la oportunidad de ir en dos ocasiones, siempre en ese mes está lleno de naranjos que lo embellecen, si cabe, y por eso vamos a tomar una flor de ,perdón, de almendro delicada y vamos a juntarla junto a la azucena
Tercera alegría de nuestra señora: El nacimiento del hijo de Dios en Belén, y si Belén significa en hebreo, casa del pan, allí muchos trigales y en medio de los trigales surge la amapola, vamos a tomar también la amapola que es quizás la más humilde de las flores y las juntamos en este ramillete.
Cuarta alegría de nuestra señora: Cuando los Magos fueron a adorar al niño y ofrecieron sus presentes y se ofrecieron lo mejor que tenían con ese aroma del incienso, vamos a tomar una vara de nardo para juntarla
Y la siguiente alegría de nuestra señora: fue cuando encuentra a su niño tras 3 días en el templo y Jerusalén como nuestra Sevilla, como nuestra Andalucía en primavera, en la que aparecen las cataratas de Geranio, de Gitanillas, ennobleciendo y haciendo más hermosas nuestras casas, tomamos un geranio porque la siguiente alegría es la resurrección del señor.
Y si la pasión de Cristo podemos decir que es como un lirio, que puede ser morado, en la resurrección se convierte en blanco y juntándolo con la última, con la séptima flor, porque…
La séptima alegría es la coronación. Tras su Asunción gloriosa a los cielos, la coronación cuando el padre, el hijo y el Espíritu Santo lo otorgan la triple Corona del poder de la sabiduría y del amor, lo simbolizaremos con la Rosa, que es la reina de las Glorias.
Y adjuntando ese ramillete, trencemos esta corona y vamos a ofrecerte con todo el amor de nuestro corazón, señora, porque ya no tenemos más que darte, pero sí podemos ofrecerte esta humilde corona para coronarte y así, con el sentir también del pueblo de Dios, que toma de los libros del Antiguo Testamento tantas expresiones para ensalzarte señora y si hay uno que dice “cuán bella y hermosa es María, no hay mácula alguna en ti”. Así también decirte con un salmo con el 82 ven esposa ven, amada mía, ven y serás coronada y permítenos, señora y madre de la victoria, decirte, venga a nosotros, Virgen de la Victoria, para que vuelvas a ser coronada por el amor de tu hermandad de las cigarreras por el amor de tu ciudad, de Sevilla y de todos aquellos señora que así lo decimos y así lo proclamamos, no podemos vivir sin.
Acompáñanos sobre siempre madre bendita de la victoria.
Sé tú, siempre, nuestra alegría y nuestro Gozo y nuestro encanto.
Que así sea.
Santísimo Cristo de la Púrpura
La imagen del Santísimo Cristo de la Púrpura era un devoto simulacro procesional que mostraba al Redentor en el suelo, recogiendo sus vestiduras después del azotamiento. La referida efigie, antiguo cotitular de la Hermandad junto con el Señor Atado a la Columna y la Virgen de la Victoria, dejó de procesionar en la segunda mitad del Ochocientos, desconociéndose lamentablemente su actual paradero.
La talla es citada por primera vez en 1664, cuando la cofradía tenía por sede la parroquia de San Pedro Apóstol(1628 - 1674), con motivo del encargo realizado mediante escritura de contrato, fechada el 3 de julio de 1664, de una urna y paso para el Santísimo Cristo de la Púrpura a los maestros Pedro de Borja y Pedro Camacho, escultor y ensamblador, respectivamente.
El citado simulacro procesionaba cada Semana Santa en un paso en el que se figuraba "Ntro. Sr. Jesucristo en el acto de cojer [sic] la túnica para cubrirse, después de los azotes mostrándose a su lado la columna". Dicha escultura, posiblemente debido a su precario estado de conservación, fue retirada del culto, recorriendo por última vez las calles de la capital hispalense en la Semana Mayor de 1874, año en que la cofradÍa residía en la iglesia conventual de Ntra. Sra. de Consolación (vulgo los Terceros).
Es a partir de 1904 cuando se pierde el rastro de la efigie, cuatro años después de que la misma hubiese sido entregada al escultor y cofrade de Las Cigarreras Emilio Pizarro y Cruz, discípulo tardorromántico del escultor, profesor y académico Juan de Astorga Cuberoll (1779 - 1849), con la condición que aquel tallase un San Juan Evangelista para el altar del Quinario.
Es posible que la efigie fuese cedida a otra cofradía, tras haber sido restaurada o transformada en otro misterio de la Pasión, tal vez -como ha supuesto López Bernal- en un Cristo de las Caídas, intervención que haría compleja su identificación.
Fragmento del articulo publicado en el Boletín "Columna y Azotes" nº 44, escrito por D José Cesáreo López Plasencia, Historiador del Arte.
Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Victoria
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