D. Adrián Ríos Bailón, Pbro. predicará el Quinario a Nuestro Señor Jesucristo Atado a la Columna, que se celebrará los días 12 a 16 de febrero así como la Función Principal de Instituto del día 17 de febrero.

D. Adrián Ríos nació en Sevilla el día el 6 de marzo de 1972. Es Hermano del Silencio por tradición familiar. Licenciado en Derecho por la Universidad Hispalense y antiguo empleado del Banco de Santander en la rama comercial. Se ordenó Sacerdote en el año 2004 y ha desempeñado su ministerio como párroco en Marismillas y Lebrija.

Así mismo, ha sido como Delegado Diocesano de Pastoral Juvenil de 2007 a 2012. En este aspecto, tuvo la responsabilidad de coordinar la participación sevillana de las Jornadas Mundiales de la Juventud 2012 que se celebraron en Madrid. Actualmente amplía estudios de Comunicación Institucional en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma.

Durante el Quinario, D. Adrían Ríos desarrollará en su predicación, y en el ámbito de la celebración de este Año de la Fe, “cuales son los postulados de nuestra fe, tal y como los articula el Símbolo de los Apóstoles”.

EL AÑO DE LA FE
(Publicado en el Boletín Columna y Azotes, nº 56)

Comenzamos este nuevo año viviendo en toda la Iglesia la gran convocatoria del Santo Padre Benedicto XVI del Año de la fe, que, en palabras de nuestro Arzobispo,  Dios quiera que sea para todos los cristianos de la Archidiócesis un verdadero acontecimiento de gracia que nos permita fortalecer nuestra fe en Jesucristo^[1].

Se nos ofrece por tanto una oportunidad de renovar nuestra fe, de hacerla auténtica, y conectarla con la vida de cada día, pues cuando falta coherencia entre lo que se cree y lo que se vive, antes o después, la fe se va tornando mortecina hasta apagarse^[2]. Es lo que nos sucede normalmente. Se van haciendo las cosas de una manera rutinaria, casi sin pensar, sin ser conscientes del fundamento de nuestra vida y del fin para el que hemos sido creados, y poco a poco va perdiendo sentido todo lo que hacemos.

El Año dela fe nos invita a redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo^[3]. Por este motivo todos nuestros cultos, la formación y la catequesis, incluso la propia acción caritativa de la Iglesia debe entrar en este año en un tiempo de especial reflexión y redescubrimiento de la fe^[4].

También vuestra Hermandad ha querido aprovechar esta oportunidad eclesial en la celebración del 450 Aniversario de su fundación, dando el lema LA VICTORIA DE LA FE  a todos los actos conmemorativos. Aprovechando mi cercanía a loa Actos que desarrollan el Roma con motivo de la efemérides referida, la Junta de Gobierno ha tenido a bien invitarme a presidir el Quinario a vuestros sagrados titulares. Estos Cultos, como nos dice el Santo Padre, serán también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía^[5].

Durante el Quinario desarrollaremos cuales son los postulados de nuestra fe , tal y como los articula el Símbolo de los Apóstoles, pues la fe como confianza personal en el Señor y la fe que profesamos en el Credo son inseparables, se evocan y exigen mutuamente^[6]. Y lo presentaremos de una manera concreta y vital, donde podamos contemplar la acción divina en nuestra vida personal y en la vida de la Iglesia.

<span ">De la mano del Credo, del Catecismo de la Iglesia Católica y de las Homilías y Catequesis del Papa con motivo del Año de la fe, avanzaremos por el desierto que muchas personas atraviesan en sus vidas conscientes que es a partir de la experiencia de este desierto, de este vacío, como podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su importancia vital para nosotros, hombres y mujeres de hoy^[7].

Aprovechemos pues los próximos Cultos que se avecinan en vuestra Hermandad para acercarnos al Agua Viva que es el Señor. Así podremos colmar nuestra sed y llenad nuestro vacío espiritual.

Que estos días puedan suponer para todos, también para el que os va a predicar, una renovación en el Espíritu y podamos salir fortalecidos para proclamad y comunicad a los demás la Victoria de Jesucristo.

ADRIAN RIOS, pbro.