Comunicado de la Archidiócesis de Sevilla sobre el drama de los refugiados que llegan a Europa
La Archidiócesis de Sevilla es muy consciente de la tragedia que están viviendo miles de refugiados provenientes de Siria y otros países de Oriente Medio. Ellos son hijos de Dios y hermanos nuestros, con unos derechos irrenunciables por su dignidad de personas. Por ello, además de pedir al Señor que ponga su mano y cese la guerra que origina tanto dolor, quiere poner sus recursos y medios, particularmente a través de Cáritas Diocesana y de la Delegación Diocesana de Migraciones, a disposición de los refugiados que pudieran venir a nuestro país, al tiempo que hace un llamamiento a las autoridades españolas para que sean generosas y solidarias ante este gravísimo problema humanitario.
La Iglesia de Dios en Sevilla, a través de Cáritas Diocesana y la citada Delegación, viene trabajando desde hace años en la atención e integración de los inmigrantes y refugiados. Dispone para ello de un Centro Especializado, ‘Nazaret’, y seis viviendas tuteladas que pone a disposición de las personas mencionadas para facilitar su integración en nuestra sociedad. Ante la dramática situación que conocemos a través de los medios de comunicación, la Archidiócesis, Cáritas Diocesana y la Delegación de Migraciones han decidido doblar el número de viviendas dedicadas a este fin. Igualmente, y tan pronto como se conozca el número de personas que han de venir a España, pondrá a disposición de las autoridades aquellos recursos de que se dispongan a través de socios, colaboradores e instituciones que ya están ofreciendo viviendas, incluso las suyas propias.
Cáritas Española está en permanente contacto con las autoridades y organismos especializados, para poder atender a los refugiados cuando se concrete el número y necesidades de los que llegarán a España. En los días pasados Cáritas Española ha enviado a las Cáritas afectadas (Hungría, Serbia y Macedonia) la suma de 100.000 euros para atender necesidades perentorias en el terreno.
Desde hoy, lunes 7 de septiembre, se encuentra abierta la siguiente cuenta bancaria ES71 0075 3001 34 0601413873, en la que, con el epígrafe EMERGENCIA REFUGIADOS, particulares e instituciones podrán depositar sus donativos.
La Archidiócesis de Sevilla hace un llamamiento a la solidaridad de los particulares, las parroquias, instituciones, congregaciones religiosas y hermandades que pudieran disponer de recursos o medios que puedan ayudar en la acogida y posterior integración de los refugiados. Pide a los sacerdotes y a los religiosos y religiosas con capillas u oratorios abiertos al culto, que la colecta del próximo domingo, día 13, se destine a esta emergencia, invitando a los fieles a ser generosos y enviando después la cantidad resultante con la mayor urgencia a Cáritas Diocesana.
A todos les pedimos que, a efectos de una buena coordinación, informen de sus intenciones y proyectos, incluidos posibles locales donde albergar a refugiados, bien al Director de Cáritas Diocesana, D. Mariano Pérez de Ayala, al Delegado Episcopal en Cáritas Diocesana, D. Eduardo Vera Martin, o al Delegado Diocesano de Migraciones, D. Antonio Godoy Domínguez. Para una mayor eficacia e información mutua, ellos estarán en permanente contacto con las autoridades.
El Arzobispo de Sevilla pide a los párrocos y titulares de lugares de culto que en las próximas semanas, en la celebración de la Eucaristía, en Laudes, Vísperas, el Santo Rosario y posibles vigilias de oración organizadas con este fin, pidan al Señor de la Historia que toque los corazones de quienes tienen en sus manos los destinos de los pueblos para que busquen soluciones definitivas, y no solo paliativas, a la calamitosa situación y al sufrimiento de los refugiados. Al mismo tiempo encarece a los párrocos, superiores de casas religiosas, rectores de santuarios y también a las hermandades que consideren con gran generosidad la posibilidad de secundar la petición que nos hacía ayer el Santo Padre en el Ángelus, que “cada parroquia, comunidad religiosa, monasterio y santuario de Europa, empezando por mi diócesis, acoja a una familia de refugiados”.
Llamamiento del Arzobispo a secundar la petición del Santo Padre, que “cada parroquia, comunidad religiosa, monasterio y santuario de Europa, empezando por mi diócesis, acoja a una familia de refugiados”.